Herramientas prácticas de la inteligencia emocional

por | Jul 20, 2015 | Coaching | 0 Comentarios

Autoconocimiento

Lo más importante para controlar nuestras emociones es conocerse a si mismo, tomar conciencia de nuestras propias reacciones corporales frente a las emociones por que junto a lo que sentimos, el cuerpo emite señales de alerta a nivel físico como la sudoración, respiración acelerada,… y a nivel cerebral, como falta de concentración o bloqueo.

Debemos de ser capaces de poder describir estas reacciones al detalle, de forma que podamos ver cuándo y por qué se producen, con el fin de ver estas reacciones como algo natural desde la consciencia de las mismas.

Por lo general tenemos un bajo conocimiento de nosotros mismos y no somos capaces de controlarnos, esto se debe a que no conocemos nuestras propias limitaciones, lo que provoca poca seguridad en nosotros mismos.

Por el contrario las personas que sí se conocen correctamente tienen la capacidad de liderarse, de comprometerse consigo mismos y delegar donde saben que poseen una limitación.

Ejemplo: Si queremos controlar nuestra ira, debemos de ser capaces de saber que situaciones nos provocan este estado y a partir de ahí trabajar con ella y enfocarla a nuestro propio interés.

Autorregulación

Las emociones primarias relacionadas, tales como miedo, ira, sexo, etcétera, son necesidades básicas que forman parte de nosotros y no podemos evitar, aunque podemos controlar es cómo gestionarlas; es posible barajar las distintas probabilidades de comportamiento y actuar en base a un criterio y motivación.

Con esto no se propone la represión de las emociones sino aprender a controlarlas o cambiarlas en situaciones determinadas.

Motivación

La motivación, puede considerarse la razón que lleva a realizar una determinada acción, esto puede ser tanto a nosotros mismos como a los demás.

La razón más importante que lleva a realizar una acción es el deseo y cuando alguien consigue lo que desea es sinónimo de felicidad y alegría.

Técnicamente, la motivación es la habilidad para aportar energía en una dirección y con un propósito concreto. Por ello, es aquello que alimenta la dirección que una persona debe llevar para obtener aquello que se propone.

Empatía

Se define como la capacidad de las emociones ajenas como propias, saber su intensidad y qué los provoca. Esta cualidad tiene ventajas a la hora de comprender a los demás, aunque puede implicar desventajas, ya que en ocasiones se perciben de tal manera las emociones ajenas que pueden implicar sufrimiento.

Manejo de las habilidades sociales

La importancia de las relaciones sociales es crucial para el éxito laboral, se dice que este éxito depende un 15 % de los conocimientos técnicos y aproximadamente en un 85% de las habilidades sociales.

 

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